Hace unos días murió “Apala”. Si, ese amigo del Aranaztarra. Ese que durante años llenó de alegría el bar.
Todos sabéis las movidas que teníamos que si se me han escapado los muñecos del futbolín, que si eres hijo de Sanjuanarri. Que si te hicieron con retales de la maternidad. Cabrearse porque le ponía los vinos en un baso de chupito. Otras veces entraba y hacíamos como si no lo viéramos, y se encabronaba, en fin.
Nada más entrar en el bar ya estaba metiéndose conmigo, Las únicas veces que se cabreaba era cuando no lo hacia caso y pasaba adrede de el sin decirle nada.
Con todo el mundo hablaba todo el mundo lo quería. Recuerdo que hasta el amigo Murillo cuando lo veía de lejos le gritaba ¡Alto! El se revolvía y le llamaba ¡hijo puta! Y todo el mundo a reír.
Con su metro y medio mal medido era muy grande. Ayudando a todo el mundo. Sus últimos días no se como habrán sido pero espero que se haya ido con el recuerdo de todos sus amigos del Tarra. Además ya estarán a la greña Murillo y él.
Hasta siempre amigo. Te echaremos de menos.